En
el caso de que todavía no se haya diagnosticado la DM ni comenzado su
tratamiento, o que no esté bien tratada, se pueden encontrar los siguientes
signos (derivados de un exceso de glucosa en sangre, ya sea de forma puntual o
continua):
Signos
y síntomas más frecuentes:
Poliuria,
polidipsia y polifagia.
Pérdida
de peso a pesar de la polifagia. Se debe a que la glucosa no puede almacenarse
en los tejidos debido a que éstos no reciben la señal de la insulina.
Fatiga
o cansancio.
Cambios
en la agudeza visual.
Signos
y síntomas menos frecuentes:
Vaginitis
en mujeres, balanitis en hombres.
Aparición
de glucosa en la orina u orina con sabor dulce.
Ausencia
de la menstruación en mujeres.
Aparición
de impotencia en los hombres.
Dolor
abdominal.
Hormigueo
o adormecimiento de manos y pies, piel seca, úlceras o heridas que cicatrizan
lentamente.
Debilidad.
Irritabilidad.
Cambios
de ánimo.
Náuseas
y vómitos.
Mal
aliento
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